jueves, 19 de noviembre de 2009

Resulta que las matemáticas, esa ciencia tan exacta y abstracta, nos rodea cuando paseamos por la naturaleza. Plantas y animales siguen una geometría bien definida. Ramas y hojas de las plantas se distribuyen. para recibir el máximo de luz solar, siguiendo la secuencia de Fibonacci (1,1,2,3,5,8,13,…) en la que cada elemento es la suma de los 2 anteriores. También es curioso que la división de un término de la serie con el anterior cada vez se acerca más al número áureo






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